Algo que debemos de tener muy en cuenta en nuestras jornadas de pesca para obtener los resultados que queremos es la temperatura del agua.
Los peces que buscamos los pescadores recreativos desde costa son animales de sangre fría y es por eso que estos animales son muy vulnerables a la temperatura de su medio natural, es decir, un cambio brusco de temperatura podría ocasionarle daños en su organismo que incluso podrían llegar a causarle la muerte. Debido a ello, los peces tienen sus propios medios para predecir cambios en la temperatura del agua y actúan con suficiente antelación para migrar a zonas más profundas, buscar zonas de resguardo o adaptarse metabólicamente a los cambios en los casos que no les suponga un riesgo.
Uno de los motivos por el cual temperatura del agua hace que sea un valor decisivo para tener éxito en nuestras jornadas es que los peces basan muchos de sus comportamientos en la temperatura que tiene el agua de su medio, es decir, según que temperatura detecte el pez, comenzará, por ejemplo, hábitos de congregarse para la reproducción o inicie comportamientos de alimentarse con voracidad ante la inminente migración a otras aguas. Es por ello que, según la temperatura del agua, deberemos de optar por buscar unas especies u otras ya que tenemos una diversidad muy amplia de peces y cada uno responde de una manera determinada ante este factor tan importante.
Por este motivo, es hace fundamental conocer los hábitos y la parte biológica de las especies que queramos pescar ya que, tal y como hemos comentado, cada especie responde una manera distinta a las aguas frías, templadas o calientes. Un ejemplo claro son las lubinas y doradas, mientras que para los robalos necesitaremos, por regla general, aguas movidas, con rompientes, espuma y temperaturas frías, para la dorada deberemos de buscar aguas más templadas y estables para tenerlas a tiro de nuestras cañas. El calor que irradia el sol es el regulador, junto con las corrientes marinas, de la temperatura de las aguas.
Por lo tanto, con una temperatura del agua favorable a una especie concreta, sea cual sea cada una en sus valores o parámetros normales, se encontrarán desarrollando sus funciones vitales con cierta actividad debido a que su metabolismo se activa y se oxigenan, por lo que los llevará a un desgaste que sólo podrán recuperar a base de alimentarse.
En los meses templados la temperatura de las aguas será mas idónea para la mayoría de especies ya que tendrán valores que tolerarán una amplia variedad de especies. Durante estos momentos también podemos llegar a tener temporales ocasionales o frentes fríos que harán que los peces estén aletargados durante este período pero, luego, volverán a su actividad normal.
Para poder aprovechar los picos de actividad que surgen en estos períodos de tiempo, procuraremos situarnos en los comederos de playas con bancos de arena donde abunde comida o en zonas mixtas donde los peces buscan el alimento. La desembocadura de un río o arroyo suele ser un lugar bastante interesante en estos momentos.
La temperatura del agua es un factor clave en la reproducción de los peces ya que determinarán los momentos de mayor actividad de alimentación en las fechas previas a la puesta y las fechas posteriores. Por ello es tan importante estudiar a las especies que queremos buscar y relacionarlas con la temperatura ideal para que estén cerca de nuestros pesqueros y poder dar con ellas